Querido/a padrino/madrina:
Es un gran honor que lo hayan elegido como padrino o madrina porque lo han considerado a usted como alguien quien vive verdaderamente nuestra fe católica. Así como Dios le ha llamado a vivir su fe en palabra, hechos y ejemplo, ahora es llamado a apoyar a alguien que comienza o continúa su jornada de fe.
Cuando usted es llamado por Dios a ser padrino o madrina, usted está aceptando la responsabilidad de ser un testigo espiritual de cómo debemos de vivir nuestra fe católica a través de su ejemplo de actividad en la vida de la parroquia, celebrando los sacramentos de la iglesia, asistiendo a la Misa, y en la manera en que responda la llamada del Señor a ayudar a aquellos que la necesitan. Usted es un vínculo importante y viviente en la vida de fe de la persona a quien apadrina.
La iglesia considera tan importante el ser padrino o madrina ya que el este rol de padrino o madrina está establecido por la ley canónica # 874 que requiere lo siguiente de cualquier persona que a la que le hayan pedido que sea padrino o madrina de bautismo o confirmación.
Responda a los siguientes 5 requisitos de todos los padrinos/madrinas: