Un facilitador hace que los participantes entablen un diálogo significativo sobre el tema o la pregunta en cuestión. El facilitador no es el centro de la conversación, sino una guía para esa conversación. Es importante seleccionar y capacitar a excelentes facilitadores para este proceso de escucha.
Como facilitador se le pedirá:
- Establecer límites claros de tiempo y tema para los participantes
- Cuando sea necesario, interrumpir con delicadeza a participantes que hablen desproporcionadamente más que los demás
- Cuando sea necesario, interrumpir con delicadeza y redirigir a participantes que se salgan del tema
- Cuando sea necesario, reencauzar con delicadeza a participantes que estén preocupados por asuntos que no sean pertinentes al tema o que inhiban la participación de otros en el grupo.
Agradecemos su disposición para servir de esta manera en nuestro proceso sinodal local.