La energía geotérmica es la generación de energía eléctrica aprovechando el calor del interior de la Tierra. Para lograrlo, se realizan perforaciones en la tierra de varios kilómetros de profundidad, para luego bombear, a través de una de estas, agua fría. Una vez el agua se calienta abajo hasta el punto de ebullición, el vapor sube a la superficie en donde se disponen de turbinas que, al moverse, generan corrientes eléctricas (ver figura).
Para estimar la eficiencia de un pozo geotérmico, los ingenieros del pozo inyectaron determinada cantidad de agua y midieron el tiempo durante el cual el pozo generaba suficiente presión de vapor para las turbinas a partir del agua inyectada. Esto se realizó cuatro (4) veces, una detrás de otra, reutilizando el agua del ciclo anterior. Los resultados se muestran en la tabla.