Todas nuestras ciudades tienen al menos un barrio o un distrito segregado en el que se acumula su población más vulnerable y excluida. Áreas marcadas por la desestructuración social y en las que se disparan todos los indicadores de la desigualdad: renta, infravivienda, morbilidad, fracaso escolar o desempleo, entre otros.
Este contexto de exclusión invalida el principio constitucional de igualdad de oportunidades. Estos barrios se encuentran más deteriorados física y socialmente, creando un entorno que empeora las condiciones de vida, recorta las posibilidades de sus habitantes y empobrece la participación pública. Por otro lado, los barrios vulnerables apenas reciben atención de las administraciones, con menor gasto en inversión y mantenimiento de sus infraestructuras y unos servicios públicos peor dotados que el resto de la ciudad.
La desigualdad y exclusión que afecta, generación a tras generación, a cerca de un millón de andaluces y andaluzas que viven en barrios vulnerables, es insoportable. Tras décadas de programas y estrategias fracasadas, llegamos a la conclusión de que las intervenciones con enfoque parcial, incoherentes, discontinuas en el tiempo y en el espacio, carentes de participación social y con financiación siempre escasa, son inútiles.
Por ello, las organizaciones que impulsamos este manifiesto nos proponemos la elaboración y aprobación de una "Ley de Barrios Vulnerables" en esta legislatura que apruebe un Fondo de Recuperación Urbana, Ambiental y Social para evitar el riesgo de fractura social y hacer frente a la crisis ambiental en los barrios vulnerables.
De una vez por todas, para mejorar como sociedad, debemos acabar con los barrios gueto, ofreciendo a sus habitantes condiciones y oportunidades para salir de la exclusión no deseada. Queremos un marco legal que aborde la realidad de los barrios vulnerables de forma integral y transformadora con unos objetivos y metodologías homogéneas a partir de la revisión crítica de 50 años de políticas públicas fracasadas. Que establezca programas de intervención coordinados en los factores con mayor capacidad de transformación de obligado cumplimiento por parte de las administraciones y que prevea también una evaluación basada no en cómo se ha gastado el dinero público, sino en la verdadera mejora de los indicadores que caracterizan un barrio como vulnerable.
Para ello, la ley deberá garantizar el compromiso presupuestario suficiente, estable y duradero para cubrir los programas plurianuales previstos. Los ejes con mayor potencial de transformación de los barrios vulnerables son la educación, la vivienda entendida en sentido amplio y abarcando por tanto el contexto urbano, la adaptación al cambio climático, el empleo y la formación para el empleo y la mejora de la convivencia, abarcando la seguridad y el acceso a la cultura y el ocio. En estos aspectos deberá centrarse la ley.
Creemos en las políticas diseñadas por las personas directamente afectadas por las problemáticas que se desean abordar y por los colectivos sociales que ya están interviniendo en ellas. Por ello lanzamos un ambicioso proceso de participación para integrar en la elaboración de la proposición de ley a colectivos sociales, vecinales o de organizaciones que trabajen por la transformación de los barrios, para contar con el apoyo e incorporar las necesidades sentidas "de primera mano" por las personas protagonistas de las futuras medidas a implementar.
Vuestra aportación como colectivo en este proceso es esencial y nos gustaría contar con vuestra colaboración. Por ello, os proponemos respaldar este llamamiento y hacer vuestro este manifiesto. Queremos que en este proceso sea protagonista la ciudadanía y las organizaciones que desde hace años lideráis la causa de la transformación de los barrios vulnerables.