INFORMACIÓN SOBRE EL PROCEDIMIENTO DE REALIZACIÓN DE UN TATUAJE
La realización de un tatuaje es un procedimiento en el que se introduce tinta en la capa media de la piel (dermis) mediante el uso de agujas esterilizadas que perforan la epidermis de forma repetitiva. Este proceso se lleva a cabo con fines estéticos, decorativos o simbólicos, y el diseño, ubicación y tamaño del tatuaje se acuerdan previamente entre el cliente y el tatuador/a.
Procedimiento
Antes de comenzar, la piel se limpia y desinfecta cuidadosamente. Luego, se transfiere el diseño elegido sobre la zona a tatuar mediante una plantilla o dibujo a mano alzada. El tatuador utiliza una máquina de tatuar que impulsa agujas esterilizadas para depositar la tinta en la piel. El procedimiento puede durar desde unos minutos hasta varias horas, dependiendo del tamaño, complejidad y zona del cuerpo. En todo momento, se aplican medidas higiénicas estrictas, incluyendo el uso de guantes, material desechable y equipos previamente esterilizados.
Riesgos y posibles complicaciones
Como en todo procedimiento que perfora la piel, existen riesgos que el cliente debe conocer antes de decidirse a tatuarse:
Pueden presentarse infecciones si no se siguen correctamente las normas de higiene o los cuidados posteriores.
Existe la posibilidad de reacciones alérgicas a las tintas utilizadas, especialmente en pigmentos de colores vivos.
En algunos casos, pueden producirse inflamaciones, sangrados leves o formación de cicatrices, queloides o alteraciones en la cicatrización.
Algunas tintas pueden interferir con exámenes médicos como las resonancias magnéticas, generando molestias o distorsiones en los resultados.
El tatuaje es permanente. Su eliminación mediante láser puede ser costosa, dolorosa y no garantiza la recuperación total del aspecto original de la piel.
Cuidados posteriores
El éxito en la curación del tatuaje depende en gran medida del cumplimiento de las recomendaciones de cuidado posterior:
Mantener la zona tatuada limpia, utilizando agua tibia y jabón neutro.
Aplicar la pomada cicatrizante indicada por el tatuador/a, de forma regular, según las instrucciones dadas.
Evitar la exposición directa al sol, el baño en piscinas, playas o saunas durante al menos 2 a 3 semanas.
No rascar ni retirar las costras que puedan formarse, ya que esto puede dañar el tatuaje o provocar infecciones.
Usar ropa holgada que no roce la zona tatuada.
Consideraciones legales y médicas
No se debe realizar un tatuaje en personas con fiebre, infecciones activas, problemas dermatológicos en la zona a tatuar, trastornos hemorrágicos, alergias conocidas a componentes del tatuaje o durante el embarazo, salvo que un profesional médico lo autorice.
En caso de ser menor de edad, solo se podrá realizar el tatuaje con la autorización expresa de uno de los progenitores o del tutor legal, presentando la documentación correspondiente.
Se recomienda consultar con un profesional médico si se presenta enrojecimiento excesivo, secreción, fiebre o dolor intenso en los días posteriores al tatuaje.
Responsabilidad y aceptación
Al firmar este documento, la persona declara haber leído y comprendido toda la información aquí expuesta, y acepta de forma voluntaria y consciente la realización del tatuaje bajo su propia responsabilidad.