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    PROTOCOLO PARA LA ESTANDARIZACIÓN DEL CUIDADO AL PACIENTE CON SONDA VESICAL, ENFOCADO A LA PREVENCIÓN DE INFECCIONES  ASOCIADAS A LA ATENCIÓN DE LA SALUD

     

     

     

     

    INTRODUCCIÓN


    El uso de una sonda para cateterizar la vía urinaria representa los procedimientos más comunes en los hospitales, principalmente en áreas críticas, con fines diagnósticos y terapéuticos en pacientes con problemas urológicos y no urológicos, para hacer la prueba del sistema vesical o para tener una control estricto de líquidos.

    Durante la capacitación y el entrenamiento del profesional de la salud, las aplicaciones para la detección de sondas vesicales pero no se enfatiza en los riesgos asociados a estos dispositivos, que nos han llevado a un aumento importante de las infecciones de vías urinarias asociadas el uso de este dispositivo, convirtiéndose en un problema de salud pública de gran trascendencia económica y social, por lo que es un desafío para las instituciones de salud y el personal responsable de su atención.

    Cabe mencionar que los factores de riesgo de infección en pacientes hospitalizados, por ejemplo, la reducción de la inmunidad de los pacientes, la variabilidad de los procedimientos médicos, así como las técnicas invasivas que crean vías de infección y la transmisión de bacterias farmacorresistentes. en poblaciones hacinadas en los hospitales, donde las prácticas deficientes de control pueden ayudar a la transmisión.

    En México, no existe un consenso unificado en cuanto al cuidado del paciente con sonda vesical, incluyendo: tiempo de duración, características, calibre, tipo de material, tipo de drenaje y cuidados específicos del paciente. Lo cual no permite, no facilita, ni optimiza la atención laboral del personal de salud, poniendo en riesgo la calidad y la seguridad del servicio prestado, de esa manera que este protocolo establece las acciones estandarizadas para la prevención y el cuidado integral del paciente; tiene como objetivo ser una guía técnica para el cuidado del paciente con sonda vesical que está sustentada en evidencia científica y puntos de buena práctica.

    Se trata de un método de análisis de riesgos, con la prevención de infecciones urinarias, subrayando la necesidad de un uso de la manera consciente, con un conocimiento profundo de las indicaciones, manejo. y barreras de seguridad con énfasis en los principios éticos de beneficencia no maleficencia como garantes de la calidad del cuidado de la enfermería, expresados ​​en el bienestar integral del paciente y su familia.

    Bajo el análisis de la práctica de enfermería cabe mencionar que el indicador nacional para la prevención de infección de vías urinarias del 2013 al 2016, no ha pasado a un estándar de cumplimiento óptimo (95%), oscilando entre el 85% y 90% según reportado en el Sistema Nacional de Indicadores de Calidad en Salud (INDICAS) además de encontrar que las variables con menor nivel de cumplimiento son: registro de medidas de orientación al paciente y familiares; el registro de signos de infección y el registro de las medidas higiénicas, que se traduce en áreas para la oportunidad para la adopción de medidas nacionales como este protocolo y el rediseño del indicador que refleja el impacto de las acciones de enfermería para la prevención del IAAS y la mejora continua de la práctica profesional.

    • OBJETIVOS 
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      OBJETIVO GENERAL


      Estandarizar el cuidado de la enfermedad del paciente con sonda vesical en el sector de la salud, mediante la implementación protocolizada de buenas prácticas de enfermería con evidencia científica que fortalezca la calidad y la seguridad en la atención para ayudar a la prevención de las infecciones a la atención de la salud la salud (IAAS).


      Objetivos Específicos


      1. Identificar los puntos críticos en el cuidado del paciente con la sonda vesical durante la instalación, mantenimiento y retiro.


      2. Implementar barreras de seguridad que garanticen la calidad de la atención de enfermería.


      3. Prevenga infecciones de vías urinarias asociadas al proceso de instalación, mantenimiento y retiro de la sonda vesical, en pacientes a través de buenas prácticas basadas en la mejor evidencia científica.


      4. Contribuir como parte del equipo de salud para establecer un diagnóstico oportuno de infección de vías urinarias a través de una sonda vesical, con el fin de implementar planes de acción enfocados proactivamente a la prevención y Reducción de IAAS.

    • ANATOMIA 
    • El sistema renal, también llamado sistema urinario, es el encargado de eliminar los residuos nitrogenados a través de la orina, sustancia principal de desecho con alto contenido de agua.

      De acuerdo al género, el aparato genitourinario se divide en dos partes, la primera es el tracto urinario superior, conformado por dos riñones y dos uréteres; y la segunda parte por el tracto urinario inferior conformado por una vejiga y una uretra.

       

      Riñones: Son dos, uno derecho y uno izquierdo, con forma de frijol, de color rojo obscuro y con un tamaño similar al de un puño cerrado. Están situados en la parte posterior (dorsal) del abdomen, debajo de la caja torácica y a lado de la columna vertebral. El riñón derecho se ubica por debajo del hígado y el izquierdo por debajo del diafragma, levemente más arriba que el anterior y en adyacencia con el bazo.

      Los riñones son quienes reprocesan y filtran la sangre para eliminar los productos metabólicos como la urea, creatinina, sales y minerales en exceso. Cada día, ambos riñones filtran alrededor de 400 litros de sangre que producen de 1.5-2 litros de orina, dependiendo de las condiciones de cada individuo.

      Uréteres

      Son dos conductos que se originan en la pelvis renal, su función es trasladar la orina desde cada riñón hasta la vejiga urinaria. En las personas adultas, los uréteres tienen una longitud de 25-35 cm y un diámetro de 3 mm. Se ubican en la parte posterior del abdomen y descienden hacia la vejiga atravesando y desembocando en el trígono vesical a través de los orificios ureterales. Poseen tres capas: la capa serosa o externa, protege al órgano, la capa muscular o media, es responsable de que la orina avance en una sola dirección a través de movimientos peristálticos y la capa de mucosa o interna; a nivel de los orificios ureterales existe un esfínter involuntario que regula el tránsito del flujo urinario en una sola dirección, cuando la vejiga está llena, cada orificio ureteral se cierra gracias a la propia contracción muscular de la vejiga, evitando así el reflujo de orina hacia el riñón.

      Vejiga urinaria

      Órgano muscular hueco, esférico del tamaño de una toronja cuando está llena y del tamaño y aspecto arrugado como una ciruela cuando está vacía debido a la relajación de su musculatura, recibe la orina proveniente de los uréteres y la almacena momentáneamente para enviarla a la uretra para su excreción. La capacidad de la vejiga es de alrededor de 500 ml, aunque en condiciones extremas puede acumular hasta 2 litros.

       

      La orina


      Es un líquido de color ámbar transparente, contiene residuos sólidos disueltos en agua, dentro de los desechos nitrogenados, la mitad corresponde a la urea y el resto a amonios, creatinina y ácido úrico, también posee cloruros, fosfatos, sulfatos, ácido ascórbico, sodio y potasio entre otros, en condiciones normales es estéril y no debe contener glucosa, proteínas, lípidos, bilirrubina, glóbulos rojos, ni restos de sangre, su pH oscila entre 5-7 dependiendo del tipo de alimentación, por lo general, se forman alrededor de 1-3 ml de orina por minuto, con lo cual cada 3 horas la vejiga contiene unos 200-500 ml en un adulto, cuando ese volumen es alcanzando, se activan los centros nerviosos y la necesidad de realizar la micción.

       

      Reflejo de la micción


      Debido a las propiedades elásticas de la vejiga y a los mecanismos nerviosos que evitan la contracción del músculo detrusor, la presión dentro de la vejiga se mantiene constante mientras se está llenando. Pero cuando la tensión de sus paredes sobrepasa el umbral normal aumenta la presión intravesical y se desencadena un reflejo nervioso que ocasiona deseos de orinar, ese aumento de presión es recibido en el cuello de la vejiga y en el esfínter vesical, la orina es desalojada del organismo por la relajación del esfínter uretral externo con participación del músculo detrusor de la vejiga que se contrae.
      Diariamente se eliminan alrededor de 1.5 litros de orina.

       

       

    • INDICACIONES PARA EL SONDAJE VESICAL 
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    • Pacientes con retención aguda de orina


      La retención urinaria es la incapacidad para anular voluntariamente la orina. Las causas de retención urinaria son numerosas y pueden clasificarse como obstructivas, infecciosas e inflamatorias, neurológicas, farmacológicas u otras, casi siempre son dolorosas, se debe diferenciar de la anuria.


      a) Obstructivas: en hombres se asocian con más frecuencia a la hiperplasia benigna de próstata y en mujeres a menudo aparecen en el contexto de una enfermedad ginecológica. (Tabla 1)


      b) Infecciosas e inflamatorias: la causa infecciosa más común es la prostatitis aguda, producida frecuentemente por microorganismos gramnegativos como E. coli y Proteus. Las uretritis, infecciones del tracto urinario inferior o infecciones de transmisión sexual que pueden causar edema uretral así como el herpes genital la puede producir por inflamación local y afectación de los nervios sacros (Síndrome de Elsberg). En mujeres, las lesiones vulvovaginales dolorosas y vulvovaginitis pueden causar edema uretral y micción dolorosa con resultado de retención aguda de orina. (Tabla 1)


      c) Neurológicas: son las menos frecuentes y ocurren por igual en hombres y en mujeres. El normal funcionamiento de la vejiga y el tracto urinario inferior depende de una compleja interacción entre el sistema nervioso central, autónomo y el periférico. Interrupciones en este sistema pueden originar una retención aguda de orina. (Tabla 2)


      d) Farmacológicas: fármacos anticolinérgicos y antidepresivos tricíclicos provocan retención aguda de orina por la disminución de la contracción del músculo detrusor de la vejiga. Los fármacos simpaticomiméticos también la causan por el incremento del tono alfa adrenérgico en la próstata y el cuello de la vejiga. Los antinflamatorios no esteroideos la pueden producir por inhibición de la contracción del músculo detrusor mediado por la prostaglandina. En la Tabla 3 se incluyen algunos ejemplos de los fármacos que se asocian a la retención aguda de orina.

       

      Medición de gasto urinario de manera contínua

      Medir la diuresis es importante para valorar el funcionamiento renal que permite evaluar la evolución clínica y ayuda a decidir el tratamiento del paciente, la micción normalmente es una función indolora que tiene lugar cinco o seis veces al día y en ocasiones una vez en la noche siendo el volumen promedio de 1200-1500 ml de orina en 24 horas para el adulto y 0.5 ml por kilogramo por hora para el paciente pediátrico. Este puede ser modificado con el consumo de líquidos, temperatura externa, vómito o diarrea, así como hemorragias. El monitoreo continuo de la orina da a conocer si se están eliminando residuos del trabajo celular, sustancias de desecho o si se está eliminando el exceso de agua, nos permite tener parámetros para restablecer funciones tanto renales y de todo el organismo.

       

      Procedimientos quirúrgicos (Cirugía urológica, genitourinaria, cirugías prolongadas, pacientes candidatos a infusiones de volúmenes altos, uso de diuréticos durante la cirugía)


      Las sondas vesicales se usan con frecuencia después de la cirugía urológica o ginecológica para supervisar la diuresis, permitir que los pacientes evacuen la orina, permitir el lavado vesical y ayudar a la cicatrización de los tejidos. Éstas deben limitarse a procedimientos que sean prolongados, si el paciente requiere grandes volúmenes de fluidos durante la cirugía o cuando hay necesidad de medir la diuresis en la cirugía. También se encuentran indicadas en cirugías urológicas u otros procedimientos en estructuras contiguas al tracto genitourinario.

       

      Cirugía perineal o sacra en pacientes con incontinencia urinaria

      También debe considerarse el uso de la sonda vesical para evitar el contacto de la orina con la herida quirúrgica y poder permitir su cicatrización sin mayores complicaciones.

       

      Pacientes que requieren de una inmovilización prolongada (Inestabilidad torácica o pélvica)

      Las sondas vesicales pueden ser utilizadas cuando los pacientes requieren de una inmovilización prolongada luego de un trauma o cirugía, como ejemplos se pueden mencionar la inestabilidad de la columna torácica o lumbar y los politraumatismos con fracturas pélvicas o de cadera en donde existe riesgo de desplazamiento con el movimiento.

       

      Para ofrecer confort a pacientes en etapa terminal 

      Reduce el estrés y las molestias del paciente durante esta etapa.

       

      Incontinencia urinaria con riesgo para el paciente (Daño cutáneo o contaminación de sitio quirúrgico)

      Únicamente en aquellas situaciones donde la incontinencia urinaria empeore la integridad de la piel. La sonda vesical no debe ser utilizada como un substituto a las medidas del cuidado de la piel y de otros métodos para manejar la incontinencia y la prevención de escaras.

       

      Medición de presión intraabdominal (pia)

      La instalación de sonda vesical nos permite medir la distensibilidad de la pared abdominal y el contenido abdominal, la PIA es un estado de la presión constante dentro de la cavidad abdominal y su valor normal puede ser subatmosférico hasta de 5-6 mmHg, o menos de 10 mmHg en posición supina.

       

      Es importante documentar la indicación clínica para el sondaje, así como generar mediante el registro, información para poder tomar deciciones respecto al manejo del dispositivo, como fecha de inserción, tipo de sonda, sistema de drenaje, fecha prevista de cambio o remoción y registro de la técnica de instalación; logrando de esta manera un análisis para una correcta evaluación diaria de la permanencia y el seguimiento del mismo.

       

       

    • INFECCIONES URINARIAS 
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    • Las infecciones del aparato urinario representan un problema sanitario grave, debido a la frecuencia con la que se presentan. Las pruebas clínicas y experimentales respaldan la idea de que el mecanismo causal más común de las Infecciones de Vías Urinarias (IVU) es el ascenso de microorganismos por la uretra, especialmente de origen intestinal, es decir Escherichia coli y otras bacterias como Klebsiella, Estafilococo, etc.

       

      TIPOS DE INFECCIONES DE VIAS URINARIAS

      La bacteriuria asintomática se considera significativa cuando se detectan más de 100,000 UFC/ml en al menos dos cultivos consecutivos con la misma cepa26 y ocurre en un paciente sin sintomatología urinaria, suele estar sobre diagnosticada hasta un 10% ya que se evalúa con un sólo cultivo positivo.

       

      Las infecciones de vías urinarias ocurren en diferentes partes del tracto urinario y se les denomina de acuerdo a ello:

      a) Vaginitis: propiamente llamada vulvovaginitis, ya que a menudo implica la vulva, es una infección o irritación de la vagina y la vulva de una mujer. Existen numerosas causas de la vaginitis, que afecta a mujeres de todas las edades y a los diferentes niveles de actividad sexual. Se caracteriza por la presencia de leucorrea, dispareuria, prurito vulvar y disuria externa. En el sedimento de orina se detecta una bacteriuria menor de 100 UFC/ml. Es rara la aparición de piuria o hematuria. Suele ser consecuencia de infecciones producidas por Candida spp. y T. vaginalis.

      b) Próstatitis: es la infección urinaria más frecuente en el hombre entre la segunda y la cuarta década de la vida. Es por tanto, la causa más frecuente del síndrome miccional y se suele presentar de forma aguda, se caracteriza por la presencia de síndrome miccional, fiebre y escalofríos. Se presenta dolor intenso en la región perineal y en el hipogastrio. Durante la exploración rectal el paciente experimenta dolor y se percibe la próstata caliente y aumentada de tamaño, se debe evitar el masaje prostático, ya que aumenta el riesgo de bacteriuria.
      En ocasiones, la prostatitis puede tener una evolución crónica, mostrando pocos síntomas y presentando un patrón de infección vesical recurrente. Los microorganismos implicados de manera frecuente son E. coli, Klebsiella, Proteus, Enterobacter y Pseudomona.

      c) Uretritis aguda: se refiere a una inflamación de la uretra que se asocia frecuentemente a una infección de transmisión sexual, puede ser causada por bacterias y virus; cuando es relacionada a la bacteria causante de la gonorrea se denomina uretritis gonocócica y no gonocócica cuando es otra bacteria de transmisión sexual, comúnmente afecta a los hombres y el patógeno causante no se identifica en una proporción significativa de los casos (20-50%).28 Chlamydia trachomatis causa del 30–50% de los casos y Mycoplasma genitalium del 10–30%. Se caracteriza por dolor y ardor al orinar, dificultad para empezar a orinar, dolor durante las relaciones sexuales, sangre en el semen o la orina en hombres.

      d) Cistitis o infección vesical: se refiere a la inflamación de la vejiga, la mayoría de las veces es causada por una infección bacteriana (IVU) puede ser dolorosa y molesta, y puede convertirse en un problema de salud grave si se propaga a los riñones.27 La cistitis puede producirse como reacción al uso prolongado de una sonda vesical.
      La cistitis aguda bacteriana tiene una frecuencia a lo largo de un año de hasta un 25% en las mujeres. Los síntomas son súbitos e intensos, se caracteriza por la existencia de bacteriuria (entre 100-100,000 UFC/ml) y síndrome miccional (disuria, poliquiuria y tenesmo vesical). Es frecuente la aparición de dolor suprapúbico y hematuria micro o macroscópica. Raramente se acompaña de síntomas generales o de fiebre. En los niños puede manifestarse como enuresis. Los microorganismos comúnmente involucrados en la cistitis son: E. coli y S. saprophyticus. En la analítica se detecta bacteriuria y piuria en el sedimento urinario y no se suele detectar leucocitosis en la hematología.

      e) Pielonefritis o infección renal: es un cuadro infeccioso grave que constituye la forma más seria de infección de las vías urinarias, se caracteriza por tratarse de la infección del parénquima renal y del sistema colector. Se manifiesta como un síndrome miccional que se acompaña de fiebre alta, escalofríos, taquicardia y vómitos, en la exploración física destaca la existencia de dolor en las fosas renales que aumenta con la puñopercusión y la hiperestesia abdominal. Pueden existir formas incompletas o subclínicas en las que no aparecen algunos de los datos clínicos o explorativos característicos. En pacientes adultos puede expresarse con el deterioro del estado general o incontinencia urinaria. Su incidencia es mayor en las mujeres y habitualmente es el resultado de la ascensión de microorganismos desde el tracto urinario inferior las bacterias responsables son similares a las que producen cistitis, destacando por su frecuencia E. coli. En la analítica destaca la presencia de leucocitosis en el hemograma, detectándose en el sedimento bacteriuria, piuria y cilindros leucocitarios. Hasta en un 20% de los cultivos se pueden encontrar menos de 100,000 UFC/ml. El riesgo de bacteriemia en los pacientes con pielonefritis aguda puede ser hasta 30%.

      f) Epidídimitis: los hombres lo contraen frecuentemente entre las edades de 14-35 años y se caracteriza por la presencia de síndrome miccional, fiebre y dolor en el hemiescroto correspondiente, signos inflamatorios en la pared escrotal (edema, calor e hiperemia). La Chlamydia trachomatis es el agente etiológico más habitual, con el 80%. Después de los 50 años de edad, las epididimitis se producen por los microorganismos habituales de las infecciones urinarias, particularmente enterobacterias y E. coli.

       

       

       

    • Infecciones de vías urinarias relacionadas a sonda vesical 
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    • Dentro del panorama epidemiológico, aproximadamente entre el 30-40% de todas las infecciones asociadas a la atención de la salud tienen su origen en un foco urinario, generalmente debidas a un sondaje vesical. A los 10 días de portar una sonda vesical cerca del 50% de los pacientes pueden presentar bacteriurias, llegando al 100% si el período es de más de 28 días, es decir el riesgo por día de permanencia de una sonda es del 3-5%.

       

      Es importante no perder de vista que existen factores intrínsecos propios de los pacientes que pueden facilitar la infección urinaria asociada a sondaje vesical, como: edad avanzada, insuficiencia renal, diabetes mellitus, inmunodepresión, malformaciones y género, dado el hecho de que la uretra en la mujer es más corta que en los varones, existiendo menor distancia entre el meato uretral y el ano, esto explica que el riesgo de contraer IVU sea de 2-4 veces mayor en las mujeres que en los hombres.

       

      Los datos clínicos que pueden presentar los pacientes portadores de una sonda vesical con posible infección son: fiebre continua o intermitente, escalofríos, hipersensibilidad en flanco izquierdo o suprapúbica, cambios en las características de la orina, deterioro mental o del estatus.

       

      Las vías posibles para la propagación de los microorganismos asociados al sondaje vesical son por vía intraluminal, mediante la migración retrograda del sistema de drenaje, por vía extraluminal, a través del pasaje urinario de microorganismos, así como el arrastre al momento de la instalación de la sonda vesical.

       

      Es importante considerar la posibilidad de colonización por contigüidades, es decir, a través de las manos del personal y de equipos instrumentales contaminados.

       

      Los agentes microbianos que son detectados frecuentemente proceden en su mayoría de la flora fecal, como Escherichia coli 35.6%, Enterococos 15.8%, Candida 9.4%, Klebsiella 8.3%, Proteus 7.9%, Pseudomona aeuroginosa 6.9%.

    • Diagnóstico de las infecciones de vías urinarias 
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    • Además de la clínica, el laboratorio es fundamental en el diagnóstico de las infecciones de vías urinarias; la evaluación microscópica y microbiológica es esencial. En condiciones normales la orina es estéril, aunque puede contaminar a su paso por la uretra. Cuando existe una contaminación microbiana del aparato urinario, con enfermedad o sin ella, la forma más fácil de detectar es la presencia de microorganismos en la orina. Existen diferentes métodos para su detección.

       

      Métodos de diagnóstico rápido


      Para establecer el diagnóstico de infección de vías urinarias se ha considerado el urocultivo como la prueba estándar. Sin embargo, debido a que el resultado puede tardar tres días o más, se han buscado otras opciones, el costo de las pruebas rápidas negativas es menor que el método del cultivo, además, por su propia naturaleza, ahorra tiempo y proporciona rápidamente los resultados , es evidente que el uroanálisis no puede reemplazar el UCI en la confirmación del diagnóstico y la identificación del agente etiológico de las IVU, pero las pruebas presuntivas pueden ayudar a una mejor toma de decisiones al tratar a pacientes que por su estado, no pueden esperar a iniciar el tratamiento hasta los resultados del urocultivo.
      Las tiras reactivas detectan leucocitos y también nitritos. Se puede hacer el diagnóstico en el consultorio o en la cabecera del paciente para aplicar un tratamiento oportuno y de esta manera tener una aproximación diagnóstica:


      > Leucocitoesterasa: sensibilidad del 92% y especificidad del 99.3%.
      > Nitritos: sensibilidad del 92.4% y especificidad del 98.1%.
      > Realización conjunta: sensibilidad del 96% y especificidad del 99%.

       

      Cultivo: permite realizar una relación cuantitativa detectando el número de bacterias por mililitro de orina, pudiendo interpretar los resultados según los criterios de Kass: con más de 100,000 UFC / ml existe una probabilidad de bacteriuria significativa del 80% de 10,000 por 100,000 UFC / ml la probabilidad de bacteriuria es dudosa o excepcional, con menos de 10.000 UFC / ml se trata de una contaminación. Además de permitir la valoración cualitativa detectando el microorganismo responsable de la infección urinaria, así como la obtención de un antibiótico, determinando la sensibilidad de los microorganismos a los antimicrobianos. Es importante tener en cuenta que la realización del cultivo es también útil tras la administración de los antimicrobianos a la hora de valorar su eficacia.

      En México, el "Manual de Procedimientos Estandarizados para la Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria 2016" publicado por la RHOVE establece los siguientes criterios:

      Criterio 1:

      Paciente con sonda vesical en el momento del inicio de los signos y síntomas que tenían una sonda vesical que estaba dentro de las 48 horas antes del inicio de los signos y síntomas. Y con al menos uno de los siguientes signos y síntomas con otra causa reconocida:

      Fiebre o distermia
      Escalofríos
      Dolor suprapúbico
      Dolor costo-vertebral
      Urgencia urinaria
      Polaquiuria
      Disuria
      Tenesmo vesical
      Alteración del estado mental sin otra causa aparente

      Además de:
      Urocultivo con ≥105 UFC / ml con no más de dos especies de microorganismos.

      Criterio 2:

      Paciente con sonda vesical en el momento del inicio de los signos y síntomas que tenían una sonda vesical que estaba dentro de las 48 horas antes del inicio de los signos y síntomas. Y con al menos uno de los siguientes signos y síntomas con otra causa reconocida:

      Fiebre o distermia
      Escalofríos
      Dolor suprapúbico
      Dolor costo-vertebral
      Urgencia urinaria

      Polaquiuria
      Disuria
      Tenesmo vesical
      Alteración del estado mental sin otra causa aparente

      Y con al menos uno de los siguientes hallazgos:
      a) Tira reactiva positiva para esterasa leucocitaria o nitritos
      b) Piuria (> 10 leucocitos / ml o> 5 leucocitos / campo)

      Además de:
      Urocultivo positivo ≥103 y <105 UFC / ml con no más de dos especies de microorganismos.

      Criterio 3:

      Paciente menor de 1 año con sonda vesical en el momento del inicio de los signos y síntomas que tenían una sonda vesical relacionada con las 48 horas antes del inicio de los signos y síntomas. Y con al menos uno de los siguientes signos y síntomas con otra causa reconocida:

      Fiebre, distermia o hipotermia
      Apnea
      Bradicardia

      Disuria
      Letargia
      Vómito


      Además de:
      Urocultivo con ≥105 UFC / ml con no más de dos especies de microorganismos.

       

      Criterio 4:

      Paciente menor de 1 año con sonda vesical en el momento del inicio de los signos y síntomas que tenían una sonda vesical relacionada con las 48 horas antes del inicio de los signos y síntomas. Y con al menos uno de los siguientes signos y síntomas con otra causa reconocida:

      Fiebre, distermia o hipotermia
      Apnea
      Bradicardia

      Disuria
      Letargia
      Vómito

      Y con al menos uno de los siguientes hallazgos:
      a) Tira reactiva positiva para esterasa leucocitaria o nitritos
      b) Piuria (> 10 leucocitos / ml o> 5 leucocitos / campo)

      Además de:
      Urocultivo positivo ≥103 y <105 UFC / ml con no más de dos especies de microorganismos.

      Criterio 5:

      Paciente con sonda vesical en el momento del inicio de los signos y síntomas que tenían una sonda vesical que se detuvo dentro de las 48 horas antes del inicio de los signos y síntomas, con sospecha de infección por Candida spp. Y con al menos uno de los siguientes signos y síntomas con otra causa reconocida:

      Fiebre o distermia
      Dolor suprapúbico
      Dolor costo - vertebral
      Urgencia urinaria

      Polaquiuria
      Disuria
      Tenesmo vesical

      Además de:
      Dos muestras consecutivas con: Adultos> 50,000 UFC / ml y Niños> 10,000 UFC / ml.

       

       

      COMENTARIOS


      El aislamiento de un nuevo microorganismo en urocultivo con criterios previamente mencionados es diagnóstico de un nuevo episodio de infección urinaria.
      Los cultivos reportados como “flora mixta” representan al menos dos especies de microorganismos. Por tanto, un microorganismo adicional recuperado del mismo cultivo representaría más de dos especies de microorganismos. Tal espécimen no puede ser utilizado para cumplir los criterios de IVU.
      En el caso anterior, se deberá repetir el cultivo, ante la sospecha de contaminación. Las puntas de las sondas vesicales no deben ser cultivadas y no son aceptables para el diagnóstico de IVU.
      No se deben tomar muestras de la bolsa colectora, no serán aceptables para el diagnóstico de IVU.


      La Norma Oficial Mexicana 045-SSA2-200547 para la Vigilancia Epidemiológica, Prevención y Control de las Infecciones Nosocomiales incluye los criterios para la detección de una Infección de las Vías Urinarias asintomática de la siguiente manera:

      Pacientes asintomáticos de alto riesgo con un sedimento urinario que contenga 10 o más leucocitos por campo más cualquiera de los siguientes:


      Chorro medio: muestra obtenida con asepsia previa mayor de 50,000 UFC/ml (una muestra).
      Cateterismo: mayor de 50,000 UFC/ml (una muestra).
      Punción suprapúbica: cualquier crecimiento es diagnóstico.

    • DISPOSITIVOS MÉDICOS PARA EL USO DEL SONDAJE VESICAL 
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    • El sondaje vesical es una técnica invasiva que consiste en la introducción aséptica de una sonda hasta la vejiga a través del meato uretral, con el fin de establecer una vía de drenaje temporal, permanente o intermitente, con fines diagnósticos o terapéuticos.39 Las sondas vesicales son tubos flexibles de diversos materiales y diámetros con características específicas de acuerdo a su uso, algunas quedan retenidas por medio de un globo que se infla con agua estéril y lo mantiene en la vejiga.

    • VARIABILIDAD DE LA SONDA VESICAL

       

      Sonda vesical por tiempo de permanencia

       

      1. Sondaje permanente: la sonda se mantiene en la ventana con la finalidad de recolectar la orina, esta sonda está conectada a una bolsa de drenaje, tiene un globo que se puede inflamar con el agua en el extremo, esto impide que la sonda se deslice fuera del cuerpo, como se muestra en la ilustración. Los globos vienen en diferentes tamaños: 5 cm³ y 30 cm³, cuando es necesario quitar la sonda, se desinfla el globo.

      • a) sondaje permanente de corta Duración: La sonda Una Vez instalada PUEDE Permanecer de 48 horas Hasta 30 Días, Usando los Casos de Control de la diuresis, vía de drenaje o Cuidado continuo de la vejiga, para mantener seca la zona genital), fístula vesical y ruptura vesical extraperitoneal, hematuria, tratamientos intraoperatorios y posoperatorios, tratamiento crónico de pacientes con fracaso en vacio vesical o que no sean otros tipos de procedimientos. Es importante resaltar que el sistema recolector utilizado para este tipo de sondaje es cerrado con la finalidad de disminuir el riesgo de infección.
      • b) Sondaje permanente de larga duración: se usa para el tratamiento crónico de pacientes con fracaso en vaciado vesical o que no hay otro tipo de procedimientos. De igual forma el sistema recolector se trata de cerrado.
        Aunque la sonda de sonido no se introduce a través de la uretra, es un dispositivo permanente que puede usar en hombres con incontinencia, es decir todo el tiempo y cambiarse a diario. Se coloca un dispositivo similar a un condón sobre el pene, la sonda va desde el dispositivo a una bolsa de drenaje.

      2. Sondaje intermitente: la sonda vesical se instala por corto tiempo, retirándola de manera inmediata al finalizar el procedimiento. Es necesario para el examen de detección de casos de retención y extracción de una muestra de orina, exploración y residuos de la cantidad de residuos después de la micción. Esto puede hacerse una o varias veces al día. La frecuencia depende de la razón por la que se necesita usar este método. En este caso, el sistema recolector que se utiliza en abierto.

      • Sonda nélaton: de punta recta, con dos longitudes, larga para el hombre y corta para la mujer. Algunas personas intermitentes de este tipo incluyen una bolsa recolectora y se recomiendan para pacientes con espina bífida o vejiga neurogénica.
      • Sonda tiemann: punta acodada y más fina para pacientes con uretra estrecha.

       

      La diferencia entre las sondas vesicales permanentes e intermitentes es el globo de retención así como el tiempo de uso. La sonda intermitente se introduce, drena y se desecha; la sonda permanente se mantiene desde algunas horas hasta días.

       

       

      Sonda vesical por número de vías

       

      En cuanto a las vías, existen 4 tipos de modelos:

      1. Una vía : su función es drenar, la sonda intermitente (nélaton) es una modalidad de esta.
      2. Dos vías : tiene una vía para el inflado del globo y otra para el drenaje de la orina.
      3. Tres vías : cuenta con una vía para inflar el globo, otra para el drenaje de la orina y cuenta con una tercera vía para la solución de irrigación; Como el principal para este propósito.
      4. Cuatro vías : es un modelo poco utilizado y la utilidad de sus vías para inflar, usar, irrigar y irrigar de la cirugía prostática, es decir, tiene doble vía de irrigación.

       

      Sonda vesical por material de fabricación

       

      a) Látex: son suaves, flexibles y duraderas, sin embargo, el látex puro es un material altamente irritante y común para alergias en su uso prolongado, los recubrimientos ayudan a reducir su citotoxicidad, pueden presentar reacciones alérgicas debido a que el recubrimiento se desgasta Los recubrimientos de las sondas de látex son:

      • Elastómero de silicona: este es un material hidrófobo que protege la irritación y genera una superficie lisa y resbalosa por tanto evita la acumulación de ventas y formación de biopelícula.
      • Hidrogel: material hidrofílico que produce un colchón entre el catéter y el revestimiento mucoso de la uretra y la vejiga, reduce la fricción, aumenta la biocompatibilidad, se incrusta menos y se forma menos coágulos.
      • Aleación de plata: minimizar la adherencia bacteriana, reducir el trauma, proporcionar una superficie que resiste la incrustación, reducir la irritación y la fricción. Se requiere mayor información y pruebas concluyentes acerca de su efectividad.
      • Teflón®: reducir la absorción del agua y genera una barrera que evita el contacto directo con el látex.

      b) Sondas de látex rojo: son rígidas y radiopacas para poderse localizar en imagen diagnóstica.


      c) Sondas de silicona o elastómero de silicona: este material es de larga duración e ideal para pacientes con alergia o sensibilidad al látex o recubrimientos.


      d) Sondas de cloruro de polivinilo (PVC): son más rígidas y las mejores toleradas que el látex, aunque no se recomienda en periodos largos por la rápida incrustación que presentan; por lo que no se recomiendan las sondas de 2 vías de PVC; sin embargo para el estado intermitente es buena opción.

      El globo de la sonda vesical


      Recomendaciones para su uso:

      1. Se recomienda que antes de la instalación de la sonda se infle brevemente el globo para verificar su integridad.

      2. Es importante saber que los globos se inflan a través de las válvulas de inflado, estas son universales, compatibles con Luer-lock; son de sellado positivo, generalmente tienen un código de color para la identificación del calibre de las sondas, aunque no hay un código de color estándar; sino que depende del fabricante.

      3. Existen algunas sondas que contienen balones estriados, estos son más fuertes y tienen un inflado simétrico, lo que sí lo tiene seguro y cómodo para el paciente.

      4. Una vez insertada la sonda, tras probar que hay un flujo de orina, inflar el globo con agua estéril.

      5. Hacer una ligera tracción de la sonda para comprobar que ofrece una pequeña resistencia, lo que nos demuestra que el tamaño del globo es suficiente para prevenir la salida accidental de la sonda.

       

      Existen algunos tamaños del globo para una sonda vesical como 3, 5, 10, 30 y 75 cc, para la mayoría de los pacientes por globo de 5 a 10 cc. Es adecuado y se elige un acuerdo para los siguientes criterios:

      1. Un volumen de globo grande se utiliza en algunos pacientes postoperatorios o mujeres con musculatura pélvica débil si se produce pérdida de orina. Aunque use un balón grande, puede generar una pequeña cantidad de orina residual y también puede contener algunas cosas como: erosiones en la uretra o cuello de la vejiga y espasmos.
      2. Los globos de 30 cc se utilizan para facilitar la tracción en la glándula prostática para detener el sangrado en esta cirugía y en el caso de la mujer en cirugía pélvica. La sonda coleman o lerman tiene dos globos para el mismo efecto.

       

      Sonda vesical por diámetro


      Los calibres deben tener en cuenta para el género, la edad y las características del paciente. Su tamaño viene calibrado en unidades francesas (Fr) que miden la circunferencia externa, existen sondas vesicales desde 3.5 a 30 Fr.

       

      FIJADORES DE LA SONDA FOLEY

      Se recomienda que la inserción de la sonda vesical y el sistema recolector, se asegure en una posición cómoda para el paciente para prevenir el movimiento y la extracción de la uretra mejorando el drenaje de la vejiga.

       Las sondas vesicales se fijan generalmente con una cirugía quirúrgica (microporosa, microperforada transparente, tela ó esparadrapo) o una correa; sin embargo, existen dispositivos que ofrecen estabilización y liberación de tensión, existen fijadores que ofrecen estabilización y liberación de tensión y que están listos con broches giratorios que facilitan el movimiento natural de la sonda que está al lado, resultando en menor irritación uretral, disminuyendo el riesgo de contaminación del dispositivo por su movilidad constante o por las salidas accidentales.

       

       

      BOLSA COLECTORA

      Las bolsas recolectoras disponen de:


      Tubo de drenaje: es el tubo flexible que se encuentra en la parte superior de la bolsa y que está unido herméticamente a ella.

      Escala graduada o urinómetro: permite medir la cantidad de orina existente en la bolsa, es básico cuando se hacen estudios o se tiene control diurético.

      Tubo de vaciado: es el tubo que se encuentra en la parte inferior de la bolsa para su vaciado, la mayoría de las bolsas posee una llave de vaciado y un tapón; algunas otras disponen de dispositivos más avanzados que protegen la salida e impiden el paso o la migración bacteriana retrógrada.

      Dispositivo para colgar bolsa: se encuentra en la parte superior de la bolsa y sirve para colocar la bolsa en el lateral de la cama.

      Válvula antirreflujo: este aditamento impide el retorno de la orina al tubo de drenaje evitando la contaminación intraluminal del sistema cerrado. Esto es un punto de apoyo muy importante para la implementación de las buenas prácticas ya que el reflujo de la sonda a la uretra es un punto crítico de la práctica que ha causado el aumento de la infección de vías urinarias relacionadas a la sonda vesical.

      Puerto para toma de muestras: colocado en la parte proximal del tubo de drenaje; está diseñado para poder tomar una muestra para urocultivo, las tomas de volúmenes más grandes se realizan del tubo de vaciado. Este aditamento elimina la mala práctica de interrumpir el sistema cerrado por la desconexión de la sonda vesical y el sistema recolector, estos puertos son compatibles con las conexiones de deslizamiento y conexiones Luer- bloquear.

      Respiradero con filtro antibacteriano: menor o igual a 0.2 micras e impide el paso de bacterias a la bolsa recolectora y permite el intercambio de gases.

      Forma: la mayoría de las bolsas recolectoras tienen formas cuadradas, pero también existen algunas bolsas con forma de gota, este diseño puede mejorar el vaciado y evitar los asentamientos.

       

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    • TIPOS DE SISTEMA PARA EL MANEJO DEL SONDAJE VESICAL 
    • Dependiendo de la utilidad y función de la sonda vesical, se utilizará un sistema abierto o cerrado, se deberá considerar el tiempo de permanencia y la indicación médica como se explica en este protocolo. Es importante señalar, que en la actualidad el manejo de sistémas cerrados, a pesar de ser una recomendación internacional con alto grado de evidencia (IA) no es una práctica suficientemente fortalecida en nuestro país, siendo entonces un área de oportunidad para generar la cultura de seguridad y calidad de atención para los pacientes portadores de una sonda vesical.

    • Sistema abierto


      Es cuando la sonda vesical y la bolsa recolectora se desconectan, su indicación clínica debe ser muy específica, como por ejemplo un sondaje intermitente para el vaciado de la vejiga en una cirugía de larga duración. No se recomienda para manejar sondas vesicales permanentes de larga o de corta duración, ya que se pone en riesgo la seguridad del paciente aumentando la posibilidad de adquirir una infección de vías urinarias asociadas a sonda vesical. El sistema abierto favorece la aparición de bacteriuria en el 50% de los pacientes durante las primeras 24 horas y casi del 100% al cuarto día de sondaje.

       

      Sistema cerrado


      Un sistema cerrado se define como un sistema físico que no interactúa con otros agentes físicos situados fuera de él y por tanto no está relacionado con nada externo, bajo este contexto, en este tipo de sistema, la sonda vesical y la bolsa recolectora permanecen conectadas en los distintos puntos de unión ininterrumpidamente, como se observa en la ilustración, evitando la entrada de microorganismos por desconexión de la sonda vesical, estudios clínicos y la normativa nacional como internacional, indican que el sistema utilizado debe ser cerrado; se ha demostrado que con el uso de un sistema cerrado se reduce la incidencia de bacteriuria en aproximadamente 5% de los pacientes por día de sondaje y solamente 50% de los pacientes portadores de sonda vesical presentan infección entre los 11-13 días tras la instalación de la sonda vesical.

       

      En la práctica podemos utilizar un sistema cerrado mediante dos opciones: la primera es utilizar un sistema cerrado que ya cuente con uniones selladas y la segunda que es la más común, pero implica factores de riesgo en su uso, conectando la sonda al sistema recolector y mantener la precaución de no interrumpir el sistema en algún momento, comprometiendo el nivel de seguridad, ya que la sonda se puede desconectar accidentalmente, además de que no hay manera de sustentar la continuidad del mantenimiento del sistema cerrado, otro punto a observar, al armar el sistema cerrado es que la bolsa recolectora cuente con puerto para toma de muestra, para evitar la desconexión de la sonda.

       

       

    • Estrategias para la prevención de Infecciones de Vías Urinarias Relacionadas a Sonda Vesical (IVURSV) 
    • Estas estrategias se plantean en un procedimiento desde dos perspectivas, la primera, encaminada a estandarizar el cuidado de enfermería para el paciente portador de una sonda vesical y que puede ser de utilidad para otros profesionales de la salud que también intervienen en la práctica directa o indirecta de este cuidado. La segunda, es marcar las pautas para la prevención de las infecciones de vías urinarias relacionadas a sonda vesical a partir de un marco de evidencia científica y reconociendo cuatro momentos en el cuidado del paciente portador de una sonda vesical: instalación, mantenimiento, retiro y detección de casos.

    • Procedimiento para el cuidado del paciente con sonda vesical durante la instalación, mantenimiento, retiro y detección de casos enfocados a la prevención de IAAS

       

       

    • Instalación 
    • Evaluación para la instalación de Sonda Vesical

      • La sonda vesical debe instalarse únicamente en casos necesarios y por personal capacitado.
      • Una vez recibida la indicación médica de instalación, confirmar la necesidad de su aplicación, mediante la valoración del paciente, en cuanto a edad, género, estado mental, y problema de salud.
      • Utilizar los criterios para la selección de la sonda vesical, en cuanto a tiempo de permanencia, material y uso.

      Preparación para el Sondeo Vesical

      • Seleccionar un sistema de sondaje vesical cerrado: estéril, con uniones selladas, puerto para toma de muestra y aspiración de la orina autosellable, y libre de agujas en el lado distal de la sonda y un sistema recolector con válvula antireflujo para evitar la ascención intraluminal de los microorganismos a la vejiga y llave de vaciado con pinza para manipulación.

       

      • En hombres adultos se recomienda de 16 a 18 Fr.
      • En mujeres adultas el calibre es de 14 a 15 Fr.
      • De 5 a 12 Fr. según la edad del infante, con o sin globo.
      • 3.5 Fr. para recién nacidos que pesan menos de 1000 grs.
      • 5 Fr. para recién nacidos que pesan 1000 a 1800 grs.
      • 5Fr. para recién nacidos que pesan más de 1800 grs.

       

      • Reunir y trasladar el material y equipo a utilizar.
      • Verificar la fecha de caducidad del material.
      • Verificar los sellos de garantía de esterilidad.

       

      • Identificar al paciente.
      • Asegurar que el paciente o familiar tengan la información respecto al motivo de instalación, plan de revisión y posibilidad de remoción.
      • Proteger la individualidad y privacidad del paciente.
      • Colocar protector de cama.
      • Descubrir los genitales del paciente.

       

      • Realizar Higiene de manos.
      • Calzar en ambas manos guantes no estériles.
      • Bañar al paciente o realizar aseo de genitales.
      • Retirar los guantes y desecharlos
      • Realizar Higiene de manos.

       

      • Colocar gorro y cubrebocas.
      • Abrir la envoltura primaria del equipo y material estéril previamente preparado en la CEyE.
      • Abril envolturas primarias de material de consumo, así como de la sonda vesical y sonda de drenaje.
      • Verter solución antiséptica en recipiente estéril.

       

      • HOMBRE. Colocar al paciente en decúbito dorsal con las piernas ligéramente separadas.
      • MUJER. Colocar a la paciente en posición litotómica o ginecológica con elevación de la pelvis.
      • Niño o niña. Mismo procedimiento de acuerdo al sexo.
      • Neonato. Colocar al recién nacido en decúbito dorsal con los muslos en abducción (posición en ancas de rana)

       

      • Realizar igiene de manos con agua y jabón.
      • Colocar bata estéril.
      • Colocar primer par de guantes estériles en ambas manos.

       

      • Verificar la integridad del globo introduciendo con una jeringa agua estéril de acuerdo a la capacidad del globo de la sonda. Una vez verificado retire el agua. (en caso de neonatos no aplica)

       

      • En caso de no contar con Sistema Cerrado Prefabricado: conectar una sonda vesical en uno de sus viales al conector de circuito de bolsa rccolectora con válvula para toma de muestra. Verificar que quede sellado para no permitir su contaminación y poder tomar muestras de orina en cualquier momento si perder la integridad del sistema cerrado. sto debe hacerce en condiciones estériles para no comprometer la seguridad del paciente. 

       

      • HOMBRE. Realizar asepsia periuretral aplicando solución antiséptica de nivel intermedio: sujetar el pene del paciente en posición vertical. Tomar la pinza con una gasa montada impregnada con solución antiséptica. Retraer el prepucio para hacer una asepsia completa con movimientos circulares de la parte superior y hacia abajo del cuerpo del pene, utilizando una gasa en cada movimiento. Repetir asepsia 3 veces.
      • MUJER. Realizar asepsia aplicando solución antiséptica denivel intermedio: tomar la pinza con una gasa montada impregnada con solución antiséptica, separar los labios mayores para hacer una asepsia completa de la vulva con movimientos únicos de la parte superior y hacia abajo y hasta llegar al periné, utilizando una gasa para cada movimiento. Repetir asepsia 3 veces.
      • PEDIATRICO Y NEONATO. Mismo procedimiento según el género.

       

      • Esperar el tiempo recomendado para dejar actuar el antiséptico
      • Retirar el primer par de guantes y calzar un segundo par de guantes.

       

      • Colocar el campo hendido para delimitar el área de acción, dejando expuesto únicamente el pene o la vulva.
      • Tomar la sonda vesical y enrollar en la mano dominante, dejando la punta de para aplicarle lubricante estéril en dósis unitaria.

       

      • HOMBRE. Levantar el pene en ángulo de 60 a 90 cm y con la mano que lo sostiene retraer el prepucio para visualizar el meato urinario perpendicular al cuerpo para enderezar la uretra peniana de modo de prevenir una vía falsa. Introducir la sonda suavemente por la uretra de 17 a 20 cm o hasta que empiece a fluir la orina.
      • MUJER. Separar los labios menores con la mano contraria a la que tiene la sonda con una gasa, usando los dedos índice y pulgar, localizar el meato urinario e introducir la sonda vesical suavemente de 4 a 7 cm o hasta que empiece a fluir la orina.
      • PEDIÁTRICO Y NEONATO. Mismo procedimiento de acuerdo al género. Se hace avanzar la sonda hasta que aparezca orina. Es posible que se perciba ligera resistencia al atravezar el esfínter externo, por lo general se requiere una presion suave y sostenida. Nunca se debe forzar.

       

      • No realizar más de dos intentos. En caso de no poder realizar la instalación, solicitar la interconsulta del especialista médico.
      • Se recomienda tomar una muestra de orina para evaluar la posibilidad de infección mediante urocultivo o EGO.  Para tomar la muestra se debe pinzar el tubo 15 cm abajo del puerto, limpiar el puerto para toma de muestra, conectar una jeringa sin aguja al puerto para toma de muestra, extraer la muestra y depositarla en un frasco estéril que será etiquetada.
      • En caso de ser una sonda permanente llenar el globo lentamente con aguya estéril de acuerdo a la capacidad del globo.
      • Una vez inflado el globo hacer una ligera tracción hasta mostrar resistencia con el propósito de comprobar que el globo está bien inflado.
      • En el hombre volver a colocar el prepucio soble el glande para evitar edema y prevenir la aparición de parafimosis.
      • Retirar guantes y desecharlos.

       

      FIJACIÓN

      • Fijar la sonda en la cara interna del muslo después de su inserción para evitar movimiento y tracción uretral, comprobando que la amplitud del movimiento de la extremidad no tense la sonda (evita riesgo tirular y salida accidental)
      • Colocar una etiqueta para identificar el dispositivo con los siguientes datos: Hora y fecha de instalación, número de French instalado, Nombre del profesional de la salud que la instalo, así como la cantidad de agua estéril de llenado del globo.

       

      BOLSA COLECTORA

      • Colocar la bolsa recolectora por debajo del nivel de la vejiga para evitar el reflujo de la orina.
      • Evitar el contacto de la bolsa con el piso, para reducir el riesgo de contaminación intraluminal por microorganismos.
      • Acomodar y ordenar la unidad del paciente y proporcionar el mayor confort posible.

       

      • Registrar las observaciones correspondientes en la hoja de vigilancia diaria para la prevención de IAAS, relacionada a SV.
      • Registrar la toma de muestra.
    • Permanencia y Mantenimiento 
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    • Retiro 
    • Detección de casos 
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